Después de un poco de
tectónica, estratigrafía e interpretación, hoy nos adentraremos en un tema muy
importante, tanto desde el punto de vista científico como desde el económico:
los recursos minerales en el Mar
Rojo, más concretamente, de los depósitos de sulfuros polimetálicos.
Estos depósitos son
yacimientos que se forman asociados al centro de expansión que posee esta
cuenca. Pero, ¿cómo se generan?
Hacia mediados de
los años 60 se descubrió por primera vez la existencia de una mineralización
hidrotermal ligada a la dorsal oceánica en el Mar Rojo. Tras este hallazgo, se
ha visto que no es un proceso único de la cuenca de la que aquí se habla, si no
que aparece en todas las dorsales oceánicas.
A lo largo de ésta, el agua de
mar penetra profundamente dentro de la nueva corteza oceánica recién formada, a
través de las fracturas y fisuras existentes. Se convierte en un fluido
hidrotermal que alcanza altas temperaturas y es rico en diversos elementos, y
que atraviesa las rocas volcánicas aquí creadas. Este fluido asciende
rápidamente y sale por lo que se conocen como “black smokers”. Al entrar en contacto con el agua fría, los
minerales precipitan dando lugar a depósitos minerales de cobre, zinc, bario, plata,
oro, y, en mucho mayor concentración, sulfuros. La paragénesis mineral incluye asociaciones que se forman en un amplio
rango de temperatura, desde los 300 – 400ºC, hasta menos de 150ºC. Las de alta
temperatura consisten principalmente en pirita y calcopirita, junto con
pirrotina, y localmente algo de bornita. En cambio, las asociaciones de baja
temperatura están compuestas por esfalerita/wurzita, marcasita y pirita. Pero, como una imagen vale más que mil
palabras, la siguiente servirá para ilustrar el proceso:
Estos depósitos,
que poseen una morfología de cuenco, se forman como consecuencia de soluciones
concentradas que son más densas que el agua de mar que la rodea (Rona, 1988).
Solo se conocen dos
depósitos en el mundo, el de Middle
Valley, y el de Atlantis II Deep, en el Mar Rojo, que contienen altas
cantidades de sulfuros. La cantidad que posee, entre 50 y 100 millones de
toneladas, es equiparable al de las minas que se encuentran en tierra firme
(Herzig y Hannington, 1995).
La mineralización
en Atlantis II Deep consiste en
barros metalíferos, en lugar de los sulfuros masivos esperados. Las
características de los sulfuros son consecuencia de la alta salinidad que adquieren
los fluidos hidrotermales al circular a través de las evaporitas miocénicas que
se encuentran en los flancos del rift.
Los sedimentos
metalíferos tienen una potencia de 10 – 20 metros, una anchura de 5 km, y un
área de alrededor de 55 millones de
. Se estima
el contenido en metal es de 32 millones de toneladas, convirtiéndose en el
mayor depósito mineral hidrotermal asociado a una dorsal oceánica del mundo
(Earney, 2005).
¿Y cómo se pueden
explotar estos yacimientos?
Los factores más
limitantes hoy en día para la explotación de los yacimientos mineros reside en
los aspectos legales y políticos.
La forma más
sencilla es explotar los sedimentos sueltos, extrayéndolos desde el fondo
marino y dirigiéndolos al barco minero. Aquí, existen dos opciones: o bien se
tratan en el barco, o bien se llevan a tierra para tratarlos ahí.
Solo añadir que el
estudio de estos recursos en el Mar Rojo
ha planteado un posible nuevo origen de la génesis de yacimientos de sulfuros
hasta ahora conocidos en tierra firme.
La explotación de
recursos, como se puede deducir, es de las principales aplicaciones del
análisis de cuencas, desde el punto de vista económico. Y aunque la explotación
en ambientes submarinos de este calibre todavía solo ha sido planteada y
estudiada, será en un futuro próximo una de las principales minas de influencia
económica mundial. Y el Mar Rojo será clave para este cambio.
Agradecimientos:
A la futura petróloga metamórfica de la Universidad Complutense de Madrid, Novo, I., por la bibliografía aconsejada y la idea de como orientar esta entrada.
A la futura petróloga metamórfica de la Universidad Complutense de Madrid, Novo, I., por la bibliografía aconsejada y la idea de como orientar esta entrada.
BIBLIOGRAFÍA
-
Fillmore
C.F. Earney (2005), Marine mineral
resources. Taylor&Francis Group, 2033 p.
-
P.A. Rona (1988), Hydrothermal mineralization at
oceanic ridges. Canadian Mineralogist, 26, 431-465
-
P.M. Herzig, and M.D. Hannington (1995),
Polymetallic massive sulphides at the modern seafloor - A review. Ore Geology
Review, 10, 95-115.
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